Trabajadores municipales de Nuevo Chimbote y sus familiares se vacunaron en el polideportivo de Casuarinas sin respetar el turno de quienes estaban antes que ellos.
La vacunatón para proteger a los ancashinos de 40 a 49 años de edad contra la COVID-19 realizada hoy quedó manchada por actos que vulneran el derecho a la salud de las personas. Uno de los más escandalosos ocurrió en el polideportivo Casuarinas, en el distrito de Nuevo Chimbote, donde trabajadores de la municipalidad distrital y sus familiares recibieron sus dosis sin hacer fila con el resto de neochimbotanos.
Los indignados pobladores denunciaron con fotos y videos en la redes sociales el trato preferencial que se hizo a los trabajadores de la gestión municipal del alcalde Domingo Caldas Egusguiza y familiares, quienes pasaron por otra puerta del polideportivo para acceder a la primera dosis de la vacuna Sinopharm, sin hacer cola ni amanecerse en el exterior del local como el resto de neochimbotanos.
ESSALUD NIEGA RESPONSABILIDAD
Al respecto, Ramón de la Cruz Castillo, gerente de la Red Asistencial de EsSalud en Áncash, entidad de salud a cargo del vacunatorio del polideportivo, negó responsabilidad de la institución que representa en ese trato preferencial a los ediles
En entrevista con El Ferrol, Ramón de Cruz comentó que su personal no fue responsable del trato preferencial a los ediles sino el de la municipalidad distrital e informó que ya ha pedido una investigación al alcalde.
“Es una situación ajena a nosotros. Es personal externo que ha sorprendido de alguna forma, haciendo pasar por otra puerta a personas que no estaban en la cola. Son familiares que trabajan ahí de la municipalidad. Ese vacunatorio (polideportivo de Casuarinas) está a cargo de EsSalud, pero no tenemos nada que ver ahí. Hemos hecho llegar la denuncia al alcalde y esperemos que se tome cartas en el asunto”, manifestó Ramón de la Cruz.
COBROS Y FAVORITISMOS
Pero no solo el caso del polideportivo de Casuarinas empañó la vacunatón de hoy para las personas de 40 a 49 años de edad, también hubo un caso similar en el colegio República Argentina, en Nuevo Chimbote, en donde una pobladora denunció que se había estado cobrando S/ 20 por dar un espacio en la extensa cola que se formó alrededor del plantel. Incluso, denunció a un personal de salud por pretender hacer entrar en la fila a una ciudadana.
De igual manera, sucedió en el centro educativo Augusto Salazar Bondy, también en Nuevo Chimbote, donde se repartieron boletos a otras personas que no estaban en la cola. Todo esto, bajo la anuencia de la Policía y el Serenazgo que recibía las denuncias sin actuar en el acto. Incluso, un agente policial increpó a una señora que denunciaba estos hechos, indicándole que no haga escándalo porque igual iba acceder a una vacuna por estar cerca al ingreso del colegio.
(Redacción El Ferrol)