En segundo día de confinamiento, las calles de la ciudad lucieron con regular cantidad de transeúntes, pese a que la región Áncash tiene un nivel extremo de propagación de la COVID-19

Pese a que la población del departamento de Áncash se encuentra en confinamiento focalizado desde ayer 31 de enero, debido a su nivel extremo de propagación de la COVID-19, varios chimbotanos hicieron caso omiso a esta medida y hoy, en el segundo día de cuarentena, abarrotaron las calles del centro de la ciudad.

El panorama en el centro de Chimbote no lució calles vacías por el confinamiento, pues algunos comerciantes como vendedores de jugo de naranja, de periódicos y las juguerías estuvieron atendiendo con normalidad. Mientras que algunos ciudadanos, entre jóvenes, mujeres y niños paseaban sin portar bien sus mascarillas.

En el transporte público tampoco se observó cumplimiento. La mayoría de unidades no había reducido su cantidad de pasajeros y llevaba tres en lugar de dos, a pesar de que la disposición del Ministerio de Transportes es que el aforo sea de 50 %. Además, la mayoría de pasajeros no usaba protector facial.

Asimismo, algunas calles del centro de la ciudad como Manuel Ruiz, Ladislao Espinar y Elías Aguirre permanecían bloqueadas por efectivos policiales y, según la fuerza policial, estarán así el tiempo que dure el confinamiento. Otras calles bloqueadas son Espinar y Gálvez, en los alrededores del centro comercial Bahía Center.

Los puestos del mercado Modelo permanecieron cerrados, así como los principales puestos de ropa del jirón Manuel Ruiz. Las boticas, farmacias, panaderías, funerarias, clínicas odontológicas, ópticas, vidrierías, kioscos y bancos permanecieron abiertos para la atención al público.

El gobierno central decretó confinamiento total para 10 regiones del país, entre ellas Áncash, por encontrarse en nivel extremo de propagación de la COVID-19.

(Redacción El Ferrol)

 


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