Red de Salud Pacífico Norte recomienda a los moradores hervir el recurso hídrico o aplicarle lejía para purificarla.
Los niños de los cinco pueblos rurales del distrito de Chimbote, en los que se consume agua sin cloro, podrían sufrir de desnutrición e incluso anemia, advirtió el jefe de la Unidad de Salud Ambiental de la Red de Salud Pacífico Norte, Eder Montesinos Cabanillas.
El especialista explicó que los moradores de esas comunidades beben el agua de los canales y acequias, la que está contaminada con parásitos, según análisis practicados por su institución. Dichos organismos, indicó, provocan dolores de estómago, enfermedades diarreicas, cólera y anemia.
“Los pobladores ya saben que esas aguas son contaminadas. Sin embargo, las consumen porque no tiene otra salida”, comentó.
Eder Montesinos recomendó a los lugareños verter dos gotas de cloro (lejía) por litro de agua, dejarla reposar por media hora y luego utilizarla para lavar sus frutas y alimentos. Hervir el agua antes de su consumirla fue otra de sus recomendaciones.
Informó también que la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Áncash ha puesto en marcha un plan piloto regional, con ayuda de la embajada de los Estados Unidos, para brindar información a los pobladores sobre el adecuado consumo del agua. Se aplica en 20 centros poblados de la provincia del Santa.
La Red de Salud Pacífico Norte alertó que en cinco anexos del centro poblado de Cambio Puente se consume agua no clorada, lo que supone un riesgo sanitario alto. Los pueblos son Pampa El Toro, Cahuide, La Victoria, Santa Elisa y Chachapoyas, con una población total aproximada de 1115 personas.
(Redacción El Ferrol)