Áncash inició su campaña de exportación este mes y Senasa exhorta unir esfuerzos contra la plaga.

“El apoyo de las municipalidades y el trabajo constante de los productores es vital para controlar la mosca de la fruta”, remarcó la directora ejecutiva del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) de Áncash, Nelly Wilcas Márquez. El pedido cobra importancia para la región ya que es la segunda exportadora de mango del país.

La funcionaria explicó que las municipalidades distritales y provinciales podrían usar parte de sus presupuestos para financiar labores de erradicación de la mencionada plaga. En tanto, añadió, los agricultores deberían poner mayor énfasis en el recojo y el entierro de la fruta malograda en sus campos.

Nelly Wilcas señaló que desde su institución se coordina constantemente con los comités de sanidad agraria locales, conformados por agricultores, para erradicar la mosca de la fruta que daña seriamente cultivos de exportación, como el mango de Moro. Para este año, Senasa espera certificar 5187 hectáreas de esa fruta en Áncash.

“La falta de agua (producto de la sequía) ha generado el aborto (caída) de bastante fruta de mango, pero lo estamos recogiendo y enterrando para controlar la mosca de la fruta. Además, he colocado varias trampas (envases de plástico con insumos que atraen al insecto y lo matan)”, señaló Santiago Rojo, productor de Moro.

La campaña de cosecha de mango en Áncash inició la semana pasada en la provincia de Casma, mientras que en abril recién se hará lo propio en Moro y en todo el valle de Nepeña que cuenta con 1000 hectáreas de la dulce fruta. El año pasado, esta región exportó más de 32 719 toneladas.

El Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR), institución que brinda soporte técnico y capacitación a pequeños productores, también se involucra en el control de la mosca de la fruta. Incluso ha ayudado al Senasa con la contratación de personal para hacer los respectivos monitoreos de campo.  

MOSCA DAÑINA

La mosca de la fruta (Ceratitis capitata) es una de las principales plagas que dañan la fruticultura y en especial al mango que se produce en Áncash. La mosca hembra puede dejar hasta 12 huevos debajo de la cáscara del fruto. Luego se convertirán en larvas alargadas de color blanco o blanco amarillento. 

Las larvas se alimentan de la fruta hasta podrirla y después se transforman en una pupa (cápsula cilíndrica), para finalmente convertirse en mosca adulta que buscará agua y alimentos azucarados para vivir. Todo el ciclo biológico del insecto puede durar hasta 27 de días, según las condiciones de temperaturas.

CONTROL CONSTANTE

Por todo lo anterior, es importante que el productor realice labores culturales que recomienda Senasa, como el recojo y el entierro de las frutas caídas para controlar una plaga que puede generar importantes daños económicos.

El Senasa coloca hasta 2 trampas oficiales por cada hectárea y en cada monitoreo, según la propia entidad, solo se deben encontrar 2 moscas de la fruta para que el productor logre la certificación de su campo. El agricultor también puede instalar trampas domésticas con insumos químicos o preparados caseros.

(Con información de Sedir y Senasa)

(Fotos: Sedir)

 


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