Sedir señala el camino para apoyar a la agricultura familiar y de exportación que emplea al 46 % de ancashinos.

Represas en las cabeceras de cuenca, riego tecnificado, cochas en las zonas intermedias y reforestación en las partes altas y quebradas. Esas son las obras que deberán ejecutar las nuevas autoridades regionales y municipales de Áncash si quieren apoyar la agricultura familiar y de exportación.

A pocos días de los comicios del 2 de octubre, el director ejecutivo del Servicio para el Desarrollo Integral Rural (Sedir), Juan Cerna Espinoza, señaló que aquellas obras garantizarán la suficiente agua para la agricultura familiar y de exportación. Destacó que ese tipo de producción agrícola emplea el 46 % de la población de Áncash.

El distrito de Moro y el valle de Nepeña, en la costa de Áncash, por ejemplo, tienen más de 3000 hectáreas de palto y mango de exportación sin el agua necesaria para un rendimiento óptimo. El palto necesita 15 000 metros cúbicos de agua por hectárea al año y el mango 12 000 metros cúbicos.

El especialista indicó que otro de los proyectos importantes para mejorar la actividad agropecuaria regional es la construcción de vías de comunicación para el acopio y traslado de productos. La falta de vías de acceso, afirmó, implica el incremento de los costos de producción y de comercialización.

“La frontera agrícola exportable continúa expandiéndose, pero sin tener la suficiente cantidad de agua. Y eso es un problema de todos los años que incluso genera conflictos entre productores de la parte alta y baja. También es vital el mejoramiento de las carreteras (en toda la región) para tener mayor facilidad de sacar los productos y disminuir costos”, puntualizó.

SIN AGUA EN LA ALTURA

Los productores que viven a más de 3000 metros de altura son quienes más sufren por el agua porque dependen exclusivamente de las lluvias para regar cultivos como papa, maíz, alverja y cebada. Los cambios climatológicos demoraron las lluvias este año y no se sembraron algunos cultivos de panllevar. De ahí la necesidad de construir represas y riego tecnificado.

“La pequeña agricultura es fundamental porque es el sostén de la seguridad alimentaria local y nacional”, remarcó el titular del Sedir. Añadió que es importante promover desde las municipalidades y el gobierno regional la articulación de mercados, con ferias agropecuarias para comercializar y generar valor a los cultivos de los pequeños productores.

Juan Cerna resaltó que también es importante la implementación de centros de monitoreo de clima y suelos para entregar a los agricultores información valiosa que les permita tener mejores producciones. Asimismo, hace falta un centro de investigación agropecuaria con la finalidad de modernizar la agricultura familiar.

CHINECAS SÍ O SÍ

El director de Sedir también señaló que la obra impostergable es el Proyecto Especial Chinecas, pues potenciará la agricultura de exportación en la zona costa de Áncash. Remarcó que es fundamental que los agricultores, la sociedad civil y las autoridades locales y regionales se pongan de acuerdo.

“Si no coincidimos en qué tipo de proyecto queremos, entonces seguiremos sufriendo por agua. Los grandes proyectos ya no pueden esperar”, indicó Cerna Espinoza. Chinecas lleva más de tres décadas sin concluirse.

El dato

El valle del Santa Lacramarca, en Chimbote, tiene más de 16 000 hectáreas cultivables y sus principales productos son el arroz, maracuyá y espárragos.

(Nota de prensa)


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