Dirigentes y moradores de las invasiones afirman que la única ayuda que recibieron de la Municipalidad Provincial del Santa fue pan.

Triste noticia. Han pasado siete meses desde que se declaró al país en estado de emergencia sanitaria por la COVID-19 y solo dos ollas comunes del asentamiento humano Jesús de Nazaret, en el cerro San Pedro, de Chimbote, siguen activas.

“Desde el primer día de la pandemia iniciamos y seguimos hasta ahora. Somos los sobrevivientes prácticamente”, dijo Nerely Zarabia Acopia, coordinadora de la olla común Cristo está con nosotros.

Desde la declaratoria de emergencia, los moradores de los asentamientos de humanos Mi Paraíso, El Balcón de Chimbote, Jesús de Nazaret y Ampliación El Mirador, en el cerro San Pedro, se vieron en la necesidad de formar 21 ollas comunes, pero debido a la falta de apoyo del sector público la mayoría de ellas han desaparecido.

“Ocho había en Nazareth (asentamiento humano), ahora solo hay dos”, afirmó el secretario general del asentamiento humano Jesús de Nazareth, José Torres Cruz.

Uno de los casos de cierre es el de la olla común Hermanas de Cristo, del asentamiento humano Mi Paraíso, que dejó de funcionar desde julio, pues ya no contaban con los recursos para seguir compartiendo la comida con 60 familias.

Estos comedores gratuitos para personas de escasos recursos hacían posible que los pobladores de los cuatro asentamientos humanos tengan al menos dos comidas al día.

“Cocinamos para 33 familias, las más vulnerables, como madres solteras y personas que no cuentan con trabajo. Cuando hay una familia que no dio (cuota o víveres), igual le damos (comida), porque eso dice olla común y es para todos”, manifiesta Nerely.

“LA ÚNICA AYUDA FUE PAN”

La Municipalidad Provincial del Santa (MPS), a través de la Unidad de Participación Vecinal, lanzó en setiembre la campaña solidaria “Ayúdanos a ayudar” para recolectar productos de primera necesidad y entregarlos a las ollas comunes del cerro San Pedro y de Nuevo Chimbote, pero los moradores del primer sector afirman que no les ha llegado ninguna ayuda.

“La única ayuda fue que nos regalaron pan; es la única vez que vinieron (de la municipalidad), pero víveres no nos han dado. Ni cuando estábamos en la olla común nos dieron algo”, dijo Carmen Herrera Monasterio, coordinadora de la olla común Hermanas de Cristo del asentamiento humano Mi Paraíso.

Por su parte, el secretario general de Jesús de Nazaret y moradores de El Balcón de Chimbote manifestaron que ellos buscaron apoyo con sus propios recursos, pero por parte de las autoridades no recibieron nada.

“Yo he buscado apoyo con empresas privadas. Aquí no ha llegado nada por parte del municipio”, declaró José Torres.

El dato

La zona de invasiones del cerro San Pedro está conformada por 13 asentamientos humanos.

(Redacción El Ferrol)


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