Este martes, último día permitido para el transporte interprovincial, se notó poca afluencia de público y el 70 % de las empresas ya había cerrado.
El Terminal Terrestre El Chimbador, en el distrito de Chimbote, solo ofrecerá el servicio de envío y recojo de encomiendas durante los días de confinamiento social obligatorio, que inició el pasado 31 de enero y finalizará el 14 del corriente. El transporte interprovincial queda suspendido desde mañana.
Los usuarios podrán acercarse al terrapuerto desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la tarde para mandar o recoger sus paquetes. Previamente, tendrán que cumplir con todos los protocolos de bioseguridad como el uso de mascarilla y protector facial.
"Todas las empresas seguirán funcionando, pero solo para el envío y recojo de encomienda. Las personas ingresarán por la puerta número uno (principal) y saldrán por otra puerta para evitar aglomeración de público. También reforzaremos la vigilancia", explicó el administrador Óscar Valderrama Reyes.
El Ferrol visitó las instalaciones del predio municipal y comprobó la poca afluencia de público en el último día del servicio de transporte interprovincial. El Ministerio de Transportes amplió los viajes entre provincias hasta el 2 del corriente para evitar las aglomeraciones de pasajeros.
Hasta el mediodía de hoy apenas seis ómnibus llegaron de Lima y otras ocho unidades partieron a diferentes puntos del país. El pasaje a la capital del país tenía un costo mínimo de S/ 40; a Huaraz, S/ 30; y a Trujillo, S/ 15. El último vehículo salió al alrededor de las 6 de la tarde debido a que una hora después inicia el toque de queda en Chimbote y toda la región ancashina.
Áncash es una de las diez regiones clasificadas en el "nivel extremo" para la pandemia COVID-19. De allí que está prohibido el transporte interprovincial y se cerraron los locales de casinos, tragamonedas y gimnasios. También se han cerrado los centros comerciales.
Asimismo, los restaurantes solo deben atender por delivery. Los mercados, supermercados, bodegas, farmacias y bancos solo deben atener a un 40 % de su capacidad de aforo.
(Redacción El Ferrol)