Los agricultores usan insectos para mejorar el rendimiento de sus cultivos. Cuentan con más de 100 panales para polinizar productos de exportación.
La mejora de la calidad de sus productos ha obligado a los agricultores de la Cuenca del Valle de Nepeña, en los distritos de Moro, Pamparomás y Jimbe, a incursionar en la crianza de abejas para asegurar la polinización de sus cultivos. Los hombres y mujeres del campo han instalado más de 40 panales en los sectores de Pichiu, Ocshapampa, Antaracá y Capan, ubicados en la Subcuenca del Río Loco.
El Servicio para el Desarrollo de Integración Rural (Sedir) ha capacitado a los productores en la crianza de las abejas y el uso de técnicas para la instalación de los panales debido a que cada cajón puede llegar a tener una población de 80 000 insectos. La institución también cuenta con otras 60 colmenas que traslada a diferentes campos que necesitan del proceso de polinización.
El especialista de Sedir, Liberato Torre, explicó que es importante que se desarrolle una evaluación constante de los panales de abeja para verificar si los bastidores están adecuadamente separados, si la reina todavía continúa con su capacidad reproductiva o si existe la presencia de alguna enfermedad para detectarla y tratarla a tiempo.
"En algunas zonas del valle no hay abejas, por eso desde Sedir consideramos importante criarlas y llevar panales donde se necesiten para la polinización de las plantas. Además, es importante que los mismos productores críen abejas para mejorar sus cultivos", puntualizó. También señaló que la crianza de abejas ayuda a una práctica sostenible de los cultivos.
El personal de Sedir realiza visitas constantes a algunas zonas como el centro poblado de Pampa Dura, en Chimbote, para constatar cómo se desarrolla el trabajo de polinización de 20 colmenas para tres hectáreas de palto. Es una labor paciente y de mucho cuidado que obliga a tener todos los implementos de seguridad para evitar la picadura de las abejas, y que se repite en plantaciones de mango, arándanos, naranja y mandarina.
Las colmenas de abeja también producen gran cantidad de miel cuyo consumo se ha incrementado notoriamente en el contexto de la pandemia COVID-19.
(Nota de prensa)